Uno de los principales atractivos del turismo ártico es la presencia de culturas indígenas. Sin embargo, muchos turistas sólo tienen oportunidades limitadas de acceder a la cultura y los lugares indígenas, siempre que no estén fijados espacial y temporalmente. Esto sitúa a los museos en el centro de atención y les confiere un papel fundamental en la representación e interpretación del patrimonio indígena. Una doble función, con la responsabilidad de recopilar, preservar, utilizar y desarrollar el patrimonio y, al mismo tiempo, atraer a diversos grupos de visitantes, constituye todo un reto, sobre todo en una época de arctificación, que atrae al Norte a nuevos grupos de visitantes con diversos imaginarios turísticos. Este artículo presenta una evaluación de dos museos indígenas de la Suecia ártica. La investigación revela que los gestores responsables de los museos son conscientes de la doble función de los museos, y necesitan navegar en un entorno complejo de expectativas locales y globales basadas en nociones preconcebidas. Los museos son nodos importantes y contribuyen a la creación de lugares en las localidades periféricas del Norte.